Esta es una pregunta que nos hacen constantemente, y la respuesta es siempre la misma: Aunque hay capacidades innatas que pueden ayudar, sin duda el buen negociador se HACE.
No obstante para llegar a ser un buen negociador es necesario dominar toda una serie de habilidades que influyen en mayor o menor medida en todas las negociaciones.
Estas habilidades abarcan aspectos tales como el control del proceso negociador (saber qué ocurre y por qué), la estrategia, la psicología, la empatía, el lenguaje corporal, la dominio de las emociones y las sensaciones, etc.
Es posible desarrollar y llegar a dominar todos estos aspectos con la preparación adecuada y con una buena dosis de práctica y en la medida en la que seamos capaces de explotarlas adecuadamente, así se nos incrementarán las posibilidades de éxito.
No hay que olvidar que, aunque no nos demos cuenta, estamos negociando constantemente: Negociamos los objetivos profesionales con nuestro nuestro jefe, las tareas a realizar con nuestros colaboradores, los precios de nuestros servicios con nuestros clientes, los plazos de entrega con nuestros proveedores, …
La negociación en el ámbito de la empresa, como método de gestión de los conflictos de intereses, se erige como una herramienta básica en el desarrollo de todo profesional, y es aplicable a todas las áreas de la empresa: Ventas, Compras, Dirección de Equipos, Relaciones Institucionales, etc… es por ello por lo que el Desarrollo y Perfeccionamiento de las Habilidades Negociadoras es una necesidad imprescindible e impostergable para todo aquel que quiera mejorar en su rendimiento profesional.