Si eres emprendedor o piensas en crear tu primera Start Up, tienes que conocer un secreto: cuentas con un 90% de probabilidades de fracasar. La primera empresa que montas casi nunca es la definitiva, es con la que aprendes. Y si no nos crees, te contamos la historia de cinco emprendedores que fracasaron. Igual te suenan…

Walt Disney

Tras ser tachado de ser poco creativo, en los años 20 se enfrentó a muchos problemas financieros y deudas. Con el dinero justo para financiar la película de animación “Blancanieves y los siete enanitos” en 1938, logró salir de la banca rota y creó sus nuevos estudios de Disney en California.

Henry Ford

El creador de la empresa de automóviles fracasó no una, ni dos, si no varias veces en sus inicios. En 1899 sus coches eran considerados de poca calidad y demasiado caros, pero Henry en vez de rendirse siguió desarrollando más y mejores autos. Con el “Ford 999” logró que le reconocieran y en 1914 alcanzó el éxito total con su Modelo T, que le dio unos 250 mil dólares al año. No dejar de intentarlo, persistir y no rendirse, fueron la clave del éxito.

Mary Kay Ash

La creadora de los productos de cosmética, tras 25 años vendiendo en otra tienda, renunció ya que nadie hacia caso de sus promociones. Cuando intentaba ayudar a otras mujeres de negocios, sin quererlo, creó su propio plan de negocios que pronto puso en marcha. En 2009 la empresa facturó 2.500 millones de dólares con Mary Kay Cosmetics.

Bill Gates

Junto con Paul Allen, montó un negocio de computación que pronto quedó obsoleto tras una actualización de lectura de datos del estado de Washington. La empresa quebró y ambos tuvieron que renovarse. Tras su fracaso, aprendieron la lección y crearon “Micro-Soft”.

Steve Jobs

Tras su salida de Apple en 1985, Steve creó una empresa que fracasó dejando cientos de millones de dólares de inversionistas. Pero el talento siempre gana, y Apple compró sus deudas, Jobs volvió a su empresa como CEO, creo el iPod y el iPad, y comenzó a ser lo que todos conocemos con una de las empresas con más éxito.

 

Todos tienen algo en común: no se hundieron. No dejaron de intentarlo. Se cayeron y se levantaron. Algunos por rodearse de un buen equipo, otros porque conocían cuál era su talento, o simplemente, porque tenían un sueño. Y esto son solo 5 ejemplos de que el esfuerzo siempre tiene su recompensa.

¿Conoces alguna otra historia?